
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana…
Nos encontramos en un periodo de guerra en la nube.
Los programas rebeldes de Google han logrado su primera victoria contra el malvado Imperio Microsoft.
Durante la batalla, los programadores rebeldes han conseguido apoderarse de las fórmulas secretas del arma total y definitiva del Imperio, El EXCEL. Una hoja de cálculo acorazada con suficiente potencia como para absorber todos los cálculos del planeta.
Perseguido por los siniestros agentes del Imperio, Sundar Pichay vuelve a la sede de Google, llevando en su Google Drive las ideas robadas que pueden salvar su empresa y devolver la libertad de software a la galaxia….
Si todo esto te suena a ficción es porque no estás al tanto de la lucha de posicionamiento que ha habido desde la mitad del siglo XX para dominar el mercado de las suites ofimáticas.
Seguro que usas alguna así que escucha este episodio porque hoy vamos a hablar de suites ofimáticas.
Hola a todos y bienvenidos al episodio número dieciséis de “Buscando el proyecto perfecto” un podcast basado en hechos reales.
Yo soy José Luis de la Rocha y algunas veces trabajo de arquitecto y otras de delineante, de director de proyectos o Ceo de mi empresa, pero siempre disfrutando de cada momento.
En este podcast os voy a contar mi experiencia sobre algunas cosas que podéis hacer para mejorar el resultado de los proyectos y de vuestra empresa.
ÍNDICE
- 02:01. Introducción.
- 02:43. Procesadores de texto
- 10:01. Hojas de cálculo
- 11:50. Presentaciones
- 14:12. Suites ofimáticas
- 15:45. Suites en la nube
- 17:35. Que hay en el mercado
- 18:58. Qué solución elegir
- 20:43. Microsoft 365
- 22:30. Google WorkSpace
- 23:28. Conclusiones
- 24:24. Despedida
INTRODUCCIÓN.
Poco antes de la era digital, se podría decir que las necesidades para generar los documentos escritos de los proyectos pasaban por el lápiz, la tinta, el papel y la máquina de escribir.
Con la era digital, muchos de esos procesos se simplificaron y lo que antes era un trabajo tedioso y complicado, como por ejemplo hacer varias copias del mismo documento (que había que poner hojas de calco entre los distintos papeles) pues ahora, a golpe de clic, se conseguían varias copias exactas del documento de texto y además te permitía editarlo y cambiar el formato de los textos.
Pero estas aplicaciones no aparecieron de la nada.
PROCESADORES DE TEXTO
Por ejemplo, podríamos poner el origen de los procesadores de textos en la imprenta moderna de Gutenberg, a mediados del siglo XV. Era la primera herramienta que permitía seleccionar tipografías y generar múltiples copias de un texto.
Mucho más adelante, sobre 1868 y partiendo de prototipos de máquinas de escribir anteriores, se llegó a la clásica máquina de escribir con teclado QWERTY patentada por Chirstopher Sholes.
El teclado QWERTY se denomina así por el orden de las 6 primeras letras de la segunda fila del teclado empezando por arriba a la izquierda y no es el único sistema de ordenación del teclado (por ejemplo, está el AZERTY o el QUERTZ que se usan en otros países). La idea de esta ordenación se generó para que al escribir rápido las máquinas no se atascaran y también para que la mayoría de las palabras se escribieran con dos manos.
Al final es el sistema que hemos heredado, por lo menos en la mayoría de los países, aunque ahora mismo no tenga tanto sentido como antes. Y es muy recomendable, sino obligatorio, que hicieras un esfuerzo por aprender mecanografía porque al final, independientemente de en qué puesto trabajes, seguro pasas mucho tiempo delante de un teclado y sacarías más rendimiento, no solo por saberte dónde están las teclas, sino por la velocidad a la hora de escribir.
Si tu esto no lo ves porque ya eres mayor y te vale escribiendo con un dedo de cada mano, por lo menos haz el esfuerzo para que lo haga tu hijo, igual que lo llevas a clase de violín o de karate. Al final va a estar más tiempo tecleando y él sí que le va a sacer rendimiento a lo largo de su vida.
Retomando la historia, estas máquinas de escribir mecánicas dieron paso a máquinas de escribir eléctricas (la primera fue patentada por Edison en 1872, pero el verdadero avance fue la de IBM en 1964 con la cinta magnética). Estas máquinas eléctricas evolucionaron a los últimos modelos electrónicos, como la de IBM de nuevo en 1969 que incorporaban memoria externa e incluso una mini pantalla para ver lo que se escribía.
Por otro lado, y en paralelo a la máquina de escribir, existía una carrera en el desarrollo de computadoras que tiene su punto álgido en la aparición del primer ordenador personal, el Apple II, desarrollado por Apple en 1977 y posteriormente el PC de IBM en 1981 o el Sinclair ZX Spectrum y el Commodore 64 en 1982.
Es en este momento, cuando la máquina de escribir comienza su declive hasta que en el 2012 se fabricó la última máquina de escribir en Europa.
Y es que con los ordenadores personales y un software de procesamiento de texto teníamos una mayor capacidad para crear y editar textos que anteriormente con la máquina de escribir.
Porque estas nuevas aplicaciones permitían no solo la automatización a la hora de obtener el resultado en papel y sacar todas las copias que fueran necesarias, sino que se amplió el concepto de la edición del texto, de manera que ahora podías escribir el contenido y cambiarlo antes de imprimir y, además, añadir una capa de parámetros para alterar el formato y la posición del texto, de manera que podías ponerlas en cursiva, negrita o ponerle márgenes o alineaciones, o incluso insertar fotos.
Esto llevó a desarrollar los procesadores de textos en dos sentidos distintos:
- El sistema WYSIWYG (por sus siglas en inglés What You See Is What You Get “Lo que ves es lo que tienes”). Este sistema te permite ver lo que escribes con el formato que va a tener a la hora de imprimir. Es el que tienen la mayoría de los procesadores de textos conocidos como el Word o OpenOffice.
- El otro sistema es el sistema Tex (cuyo desarrollo más conocido es LaTeX) y se caracteriza por escribir el texto plano, sin formato, y este se añade como código dentro del propio texto y después, un compilador, traduce el código y muestra el resultado final. Viene a ser algo como escribir “<negrita>texto</negrita>” y lo que sale es solo la palabra texto en negrita. Este sistema es muy usado en el entorno académico, principalmente entre matemáticos, físicos e informáticos por su versatilidad para expresar fórmulas y documentos científicos.
El primero, como ya te imaginarás, fue el que más se extendió por la facilidad de uso para las personas normales y se incorporó rápidamente en todas las empresas y por supuesto, en los estudios de arquitectura e ingeniería para el desarrollo de los documentos de texto del proyecto.
Pero el segundo fue fundamental en los primeros años de evolución de los ordenadores porque fue un paso importante para conseguir pasar de tener que meter los datos en los primigenios ordenadores a través de tarjetas perforadas, a hacerlo directamente en el ordenador a través de un teclado y una pantalla. Y estos sistemas fueron el origen de los programas para procesamiento de texto.
El problema, en estos primeros años de desarrollo de los ordenadores personales, es que no eran compatibles entre sí, por lo que la combinación de software asociado al hardware era muy importante en la competición para ganarse el mercado.
Por ejemplo, el primer procesador de texto lo diseñó una mujer, Evelyn Berezin. Salió a la venta en 1971 y se llamaba “Data Secretary” e iba incorporado en una máquina que se llamaba Redactron. Recordemos que esto fue 6 años antes de que apareciera el ordenador de Apple.
O también importante fue en 1978 fue el lanzamiento de WordStar, el primer procesador de texto que se incorporó en un ordenador personal llamado Osborne 1. Que, en su versión 4.0, es la que usa George R. R Martin, el creador de Juego de Tronos y así nos va. Por favor, George, te pago yo el Word, pero termina el último libro por favor.
Como he dicho antes, estos equipos funcionaban en sistemas cerrados y con muy poca compatibilidad con otros equipos.
Pero poco a poco, con la aparición de nuevos sistemas operativos en los años 80, como MS-DOS, MacOS y Windows, permitió la estandarización del diseño de software que permitía usarlo en distintas computadoras y facilitó extender el software por el mercado.
En 1982 aparece WordPerfect para DOS y que por su facilidad de manejo se extendió muy rápido y se convirtió en el procesador más usado durante los años 80 y 90 compitiendo directamente con Lotus Notes y Microsoft Word que apareció en 1983 pero sin mucho éxito.
Hasta ahora estamos hablando de programas que funcionaban en el sistema operativo MS-DOS, es decir, aunque el primer Windows salió en 1985, todavía estaba intentando copiar el sistema operativo de Apple y no muy bien.
Hasta que no sacaron, en 1990, la versión de Windows 3.0, no se puede decir que este sistema operativo estuviera maduro.
Durante los siguientes años, Microsoft Word, adaptado al nuevo entorno de Windows, terminó de comerse al resto de procesadores de texto convirtiéndose en el estándar que es hoy en día.
Cabe destacar las iniciativas de código abierto que, desde los años 90, llevan desarrollando software libre y que han creado procesadores de texto como OpenOffice o LibreOffice que aparecieron en 2010.
HOJAS DE CÁLCULO
Pero esta transformación digital no solo se produjo en los procesos de escritura. También los procesos de cálculo fueron víctimas de la digitalización.
Los cálculos venían desarrollándose durante miles de años mediante operaciones manuales, con la ayuda de herramientas como el ábaco, las reglas de cálculo o los prontuarios y más recientemente con las calculadoras. Pero con la llegada de los ordenadores personales, pasaron a realizarse mediante los nuevos softwares de procesamiento de cálculo dónde podíamos meter varios datos y hacer operaciones complejas para obtener, con más detalle, los cálculos que quisiéramos.
Aunque el concepto de hoja de cálculo apareció por primera vez en 1961, no fue hasta 1979 cuando se comercializó el primer software de hoja de cálculo que se incorporó en un ordenador personal fue VisiCalc y se diseñó expresamente para la Apple II.
Este programa aportaba un sistema novedoso de cálculo basado en celdas situadas en filas y columnas que ya tanto nos suena. El programa inicialmente soportaba y 20 filas y 5 columnas. Pero fueron suficientes para que esta aplicación se convirtiera en un revulsivo de la industria empresarial lo que permitió el desarrollo e implantación de los ordenadores personales en todo el mundo. Primero a través de las empresas y después extendiéndose a los particulares.
En 1983 apareció en el mercado Lotus 1-2-3 como software dentro de los PCs de IBM y destronó a VisiCalc, que no se supo adaptar al nuevo sistema de MS-DOS. Pero fue lo mismo que le pasó a Lotus con Windows y en ese nuevo salto de sistema operativo, ya estaba Excel en el mercado (que curiosamente, su primera versión, era una aplicación para los Mac) y en 1987 sacó su versión para Windows y se convirtió en el estándar de facto de hojas de cálculo.
PRESENTACIONES
Pero en estas empresas, además de los textos y los cálculos, había otros muchos procesos que se podían digitalizar.
Por ejemplo: la necesidad de presentar proyectos a otras personas: clientes, jefes, colaboradores, etc.
Si un estudio de arquitectura quería hacer una presentación de un proyecto, aparte de las maquetas y los documentos en papel, tenía que usar diapositivas o transparencias. El problema era que había que tener a mano un equipamiento costoso y engorroso. Porque había que hacer las fotos y enviarlas a revelar como diapositivas, después colocarlas en orden y por mucho que te esforzaras, siempre había una al revés.
Pero todo esto se facilitó porque, con las nuevas herramientas, podías montar una presentación con fotos, tipos de letras con colores y no te podías olvidar de los maravillosos fondos, efectos de movimiento y transición de letras, que en las primeras presentaciones no podía faltar.
El primer software para generar presentaciones fue Cromenco Slidemaster y fue lanzado en 1981 con la novedad de poder hacer las presentaciones en color, en los propios ordenadores de Cromenco con su tarjeta gráfica. Te recuerdo, milenial, que estamos hablando de una época en la que los monitores eran de fosforo verde, es decir, las cosas se veían en verde sobre el fondo negro. Después, poco a poco entraron monitores de 4 colores y más tarde fueron metiendo colores a medida que avanzaba el desarrollo de las tarjetas gráficas.
La primera versión de PowerPoint fue lanzada en 1987 en versión blanco y negro, y en 1988 ya en color. Y en 2003 Apple lanzó Keynote.
En esos primeros años surgieron muchas aplicaciones de presentaciones, pero finalmente, como ya todos sabéis, PowerPoint se convirtió en el estándar de presentaciones. Fue tan importante que generó una forma de hacer presentaciones que permitía que cualquier usuario generara facilmente una, pero que terminó por hastiar al público, sobre todo cuando el orador era muy malo y aburría en su charla. Se llegó hasta tal punto que Ángela R. Garber en 2001 acuñó la frase “muerte por PowerPoint” que seguro que habéis escuchado alguna vez.
En esos años se abrió un mercado de nuevas aplicaciones como Prezi que cambiaron el paradigma de la secuencia de diapositivas tradicional.
SUITES OFIMÁTICAS
Pues en este entorno, en el que las empresas empiezan a desarrollar software para la digitalización de los procesos de las organizaciones, ven la oportunidad de negocio en empaquetar, en suites ofimáticas, estos productos que hasta ahora eran aplicaciones independientes, pero que unidas podían aumentar su eficiencia potenciando su usabilidad e integración dentro del día a día.
Y decidieron unir la siguiente triada de software:
- Procesador de textos
- Hojas de cálculos
- Generador de presentaciones
La primera suite ofimática aparece en 1985 y fue la Lotus Symphony dentro del sistema operativo MS-DOS.
Especial recuerdo tengo de Microsoft Works (una versión previa de la Office) y que venía de serie con mi primer ordenador, un Schneider Euro PC que allá por 1989, con 15 añitos, fue con al que comencé mis primeros pasos en el mundo de la informática en general y de las herramientas ofimáticas en particular y recuerdo pasarme tardes enteras, en vez de jugando al futbol en la calle, leyendo los manuales y aprendiendo mecanografía. Ahora que lo pienso, eso explica muchas cosas de mi vida…
Volviendo al tema de este capítulo.
No es, hasta 1989, cuando se lanza Microsoft Office e incluía exclusivamente el Word, Excel y PowerPoint y el año siguiente incluyó la primera versión de Outlook (el programa para ver correos electrónicos y agenda personal).
Posteriormente salieron varios paquetes de otras empresas como WordPerfect Suite, las aplicaciones de código abierto como OpenOffice y LibreOffice y, en 2015, la iWork de Apple.
SUITES EN LA NUBE
Hasta este momento el mundo de las suites ofimáticas estaba centrado en el software para instalar en los ordenadores, es decir, tu comprabas una caja con CDs y con su clave y lo instalabas en tu equipo.
Pero todo esto cambió radicalmente.
Por un lado, la potencia de internet, que crecía día a día, generaba un nuevo campo de negocio.
Por otro lado, la aparición de Google fue el detonante que lo cambió todo.
Google aparece en el mercado en 1998 como un simple buscador de internet. En esos momentos ese mercado estaba liderado por Altavista y Yahoo!
La ascendencia de Google fue imparable y comenzaron a sacar otras aplicaciones como Google Grupos, Google Labs, Google Noticias o Blogger. Gmail apareció en 2004.
Y en 2006 aparece Google Docs que fue como se llamó la primera suite ofimática de Google.
Lo que aportaba nuevo eran tres cosas fundamentales:
- Era gratuita al poseer una cuenta de Gmail.
- Su funcionamiento estaba basado en la web. Es decir, no había que instalar aplicaciones en el ordenador, simplemente te conectabas a la aplicación por tu navegador de internet.
- Permitía colaborar en directo y a la vez a varios usuarios en el mismo documento.
Esta primera suite se fue desarrollando, ampliando aplicaciones y cambiando de nombre a G Suite, Google Apps y actualmente se denomina Google Workspace.
Por su parte, Microsoft no se quiso quedar atrás y, esta vez copiando a Google, creo Office.com de manera que sus usuarios de cuentas Hotmail (ahora Outlook) tuvieran acceso a las aplicaciones de Word, Excel y PowerPoint gratuitas a través de la red. Posteriormente crearon Office 365 que ofrecía un paquete de servicios muy completo y actualmente se cambió el nombre a Microsoft 365 con soluciones para el hogar y las empresas.
QUE HAY EN EL MERCADO
Y ¿el resto de aplicaciones? ¿No hay suites de otras empresas que compitan en el mercado?
Pues el mercado, ahora mismo, está más o menos así.
Por un lado, está la suite de Microsoft que, haciendo un análisis rápido, diríamos que es el Imperio. Con su nivel de implementación en la galaxia y sus famosas señas de identidad: el Word a modo de soldados imperiales, el Excel como los potentes Tie Fighter, o Hotmail que sería como la estrella de la muerte. No voy a poner nombre a Darth Vader.
Por otro lado, está la suite de Google, que serían los Rebeldes. Y tenemos a Gmail como los Xwings o Google Drive como el Halcón Milenario.
Y estas son las dos opciones principales que eligen la mayoría de las empresas.
Porque luego tenemos al mundo Apple con iWork, pero esta no pertenece a esta saga. Serían como de Star Treck. Y yo de esa serie no hablo.
También tenemos las suites de código abierto: como OpenOffice o LibreOffice, pero son como las historias del Universo expandido de Star Wars. No te suena, ¿verdad? Pues eso.
Y por último está el entorno Linux. Ya esto no es ni Star Wars ni Star Treck ni nada que se le parezca, sería como Wollywood. Y no es cosa de risa ya que tanto el Ceo actual de Microsoft como el de Google son indios.
Y es que, al final tenemos poco más dónde elegir. Existen otras muchas aplicaciones, pero en la necesidad de colaboración no podemos ser “versos sueltos” y la gran mayoría somos usuarios de una u otra, o de las dos, como es mi caso, para diferentes situaciones.
QUÉ SOLUCIÓN ELEGIR
Y ¿qué aplicación me interesa elegir para trabajar?
Pues las dos soluciones principales tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Pero vamos a empezar por las cosas que tiene en común.
Ambas tienen un modo gratuito de uso. Una a través de las cuentas de Outlook.com y otra a través de las cuentas de Gmail.com.
Si tienes una cuenta gratuita tendrás acceso, en ambas soluciones, a todas las aplicaciones online siguientes (las aplicaciones de escritorio de Microsoft son de pago):
- Procesador de texto: Word y Documentos, ambos online
- Hoja de Cálculo: Excel y Hojas de Cálculo, ambos online
- Presentaciones: PowerPoint y Presentaciones, ambos online
- Formularios: Forms y Formularios
- Almacenamiento en la nube: OneDrive y GoogleDrive
- Correo electrónico: Outlook y Gmail
- Contactos: Outlook y Contactos
- Calendario: Outlook y Calendar
- Notas: OneNote y Keep
- Tareas: ToDo y Tasks
- Pizarra: WhiteBoard y Jamboard
- Comunicación: Teams y Chat o Meet para Google.
Pero, desde hace unos años, ambas plataformas decidieron ofrecer sus servicios por suscripción, de manera que ahora, en vez de pagar un dinero por comprarte el programa para toda la vida, pagas una cuota mensual por usuario que te da acceso, en función de lo que pagues, a distintas opciones de uso.
Este sistema te aporta tres cosas fundamentales:
- Asociar la cuenta empresarial a las aplicaciones. Es decir, tu cuenta de Microsoft o de Google serán tuempresa.com en vez de la de Gmail.
- Plataforma para administra la cuenta y los usuarios que usarán estas aplicaciones. Podrás gestionar todos los usuarios que necesites asociados a ese dominio.
- Aumentar la capacidad de uso de las aplicaciones. Como la capacidad de espacio o aplicaciones exclusivas.
Hasta aquí tenemos las cosas comunes, pero vamos a ver las diferencias entre ambas.
MICROSOFT 365
En cuanto a Microsoft 365 tenemos las siguientes características.:
- Microsoft 365 es una solución que está pensada para tener instalado los programas en el ordenador. Aunque ofrece soluciones online, pero por cada usuario permite instalar las aplicaciones en 5 equipos.
- Lleva más tiempo desarrollándose y está, digamos, más terminada. Las aplicaciones llevan siendo estándares desde hace mucho tiempo y están muy testeadas y trabajadas.
- Tiene una muy buena integración de las aplicaciones entre sí. A través del ecosistema es fácil pasar de una a otra y combinar datos entre sí.
- Son las aplicaciones estándar que todo el mundo conoce y sabe manejar “digo esto entre comillas porque después nadie hace cursos, ni de Word, ni de Excel, ni de nada y manejamos las aplicaciones como sabemos mecanografía “con dos dedos”.
- El conjunto tiene muchas aplicaciones que están desarrollando para completar todo el espectro de necesidades y poco a poco van copiando lo que hacen otras empresas más punteras.
- Tiene otras muchas aplicaciones propias integradas como:
- Access para crear y gestionar bases de datos.
- Planner (para la gestión de tareas de proyectos) que es la hermana menor de Microsoft Project (no incluida en la suite y hay que pagar aparte).
- Visio, para hacer diagramas
- Publisher, para hacer montajes de documentos
- SharePoint para gestionar el contenido dentro de la organización
- Recientemente han sacado varias aplicaciones muy interesantes como:
- Power Automate, para hacer procesos automáticos entre aplicaciones (aunque la aplicación integrada es de pago).
- Power Apps para hacer aplicaciones para móviles
- Power Bi para hacer paneles de datos partiendo de bases de datos
GOOGLE WORKSPACE
En cuanto a Google las características que tenemos son:
- Es más ágil que las aplicaciones de Microsoft ya que no las necesitas instalar software en ningún equipo, por lo que puedes usarlas desde cualquier plataforma y sistema operativo. Solo necesitas internet.
- Siempre tienes la última versión instalada con las últimas novedades. Al estar todo en la nube no tienes que actualizar nada.
- Permite la integración de multitud de aplicaciones que no están ene el ecosistema pero que tienen APIS que permiten conectarlas entre sí.
- Está más abierta y existe un mundo de desarrolladores que están haciendo aplicaciones para integrarse en el ecosistema de Google a través del Google Marketplace, un sitio dónde los desarrolladores cuelgan herramientas.
- Si necesitas aplicaciones adaptadas, es más fácil integrarlas en Google que en Microsoft.
- Por el contrario las aplicaciones de ofimática, aunque ya están bastante bien desarrolladas, todavía son superadas por las de Office, excepto si haces documentos sencillos o en entornos muy colaborativos.
CONCLUSIONES
En definitiva, para terminar, y a modo de conclusión.
Si eres un usuario tradicional y te manejas exclusivamente en un entorno Windows es una buena opción trabajar en la suite de Microsoft.
Si, por el contrario, eres un usuario más versátil que necesitas más variedad de software, por ejemplo: usas para comunicarte con el equipo Slack, o como gestor de tareas a Trello, para las notas y bases de datos usas Notion o usas para automatizar tareas Zapier. Podrías desenvolverte bien con la suite de Google ya que solo le vas a sacar partido a dos o tres aplicaciones de Microsoft.
No obstante, es bueno tener una perspectiva amplia del entorno y estar al tanto de las novedades que sacan unos y otros ya que, herramientas como Power Bi, que se están convirtiendo en aplicaciones básicas dentro del mundo empresarial, o aplicaciones como Notion que pueden complementar tu ecosistema de trabajo de desarrollo de proyectos.
DESPEDIDA
Con esto llegamos al final del capítulo y espero haberte aclarado algunos conceptos que te bloqueaban a la hora de adquirir alguna de estas plataformas.
Si tienes alguna sugerencia o comentario puedes escríbeme un correo a podcast@arquitecturaeficiente.es o en la web https://arquitecturaeficiente.es/contacta/
Por último, recordarte que complementario a este podcast tengo el blog www.arquitecturaeficiente.es y el canal de youtube (https://www.youtube.com/channel/UCWfNJaJrdqdYYEKf8D7iGhw) en dónde están publicados artículos y concretamente tengo un completo curso de Word gratuito que te puede ayudar a manejar mejor esta herramienta.
Si te ha gustado, no olvides seguirme y darle a me gusta.
Además, puedes recomendar este podcast a otros compañeros que también lo necesiten.
Y sin más me despido y nos vemos en el próximo programa.
FINAL
Como has podido comprobar me he leído la Wikipedia completa.
La verdad es que no he pretendido hacer un artículo científico y he estado picoteando de allí y de allá para montar una línea de discurso coherente al estilo: “aprende y disfruta con buscando el proyecto perfecto”.
Y sí. Ya sé que Wikipedia no es la mejor referencia para fiarte de la información que contiene, pero tienes que saber que Wikipedia es una enciclopedia libre, políglota y colaborativa que se creó el 15 de enero de 2001 …
Venga ya, hombre. ¿Te vas a quedar a escuchar esto también?
Ponte a trabajar o a escuchar un podcast serio