Este año pasado me leí solo 14 libros (sin contar normativas).
La verdad es que me da vergüenza decirlo porque han sido muy pocos (para lo que suelo leer habitualmente).
Mi media anual suele estar entre 20-30 al año.
Pensaras que vengo a vacilarte a primero de año, pero te aseguro que no es mi intención.
Además, leer 20 libros al año no es para vacilar, hay gente que lee 100 o más.
Lo que quiero contarte es cómo lo hago.
A mí me gusta leer.
Se puede decir que es uno de mis hobbies.
Ya sé que no es el típico hobby de una persona normal, pero si me sigues ya sabes que no soy una persona normal.
Pero este año he bajado la media de libros por varios motivos:
- El primero es que he leído menos tiempo que otros años por diversas circunstancias personales.
- Además, hay libros que he estado “estudiando” más que leyendo. Tomando notas, releyendo y eso ralentiza el proceso.
- También, hay un par de libros que tenían más de 1200 páginas. Cuando una novela normal está en unas 450. Así que casi cuentan como tres. Pero también he leído un par de ellos que tenían menos de 200. Así que la media ponderada sería como unos 17 libros normales.
Pero no es tanto el número libros como el número de hojas leídas, que han sido unas 7800 hojas.
Si. Lo tengo todo apuntado.
Todo esto me lleva a que este año he leído, de media, unas 21 hojas al día.
Si una hoja media de un libro de tipo novela tiene unas 225 palabras, he leído unas 4800 palabras al día.
A una velocidad de lectura media de 200 palabras por minuto son unos 24 minutos al día.
Ahí es dónde quería llegar.
Si dedicas 15 minutos al día a leer podrás leer seguro 12 libros al año.
Y créeme, no siempre vas a leer a 200 palabras por minuto.
Lo que te quiero decir es que, por muy poco tiempo al día, si eliges libros interesantes, podrás recibir mucha información interesante.
Porque más importante que leer muchos libros es leer buenos libros.
Yo para mi selección sigo una regla que me he inventado que es:
“Por la noche hay que leer poesía y por la mañana filosofía”.
La verdad es que es una porquería de regla, porque ni leo poesía (no me gusta) ni por las mañanas leo siempre filosofía (estoica).
Pero viene a ser que por las noches lea algo que te sirva para soñar y por la mañana algo que te sirva para pensar. Quizás debería cambiar la regla por esta.
Y es que, por la noche, en mi rutina de dormirme, me viene bien leer libros de novela o más ligeros que no me hagan pensar mucho.
Hace unos años, todos los libros que leía eran más “duros” y por la noche muchas veces tenía que releer alguna página porque no me enteraba de nada.
Por eso decidí cambiar, y porque me gusta mucho los libros de novela que abandoné durante unos años.
Este año he dedicado, de todas las hojas de lectura, un 26% a libros de no ficción.
Así que volví a leer libros lúdicos por la noche y por la mañana voy metiendo otros libros más sesudos y que son los que estudio y subrayo (digitalmente) y de muchos de ellos tengo apuntes (digitales).
En relación a los libros de ficción que leo entras las temáticas clásicas: novela negra, novela histórica, ciencia ficción y fantasía medieval.
Entre los que he leído este año te voy a recomendar uno: “El camino de los reyes” de Brandon Sanderson.
Es el primero de una saga de diez libros de fantasía medieval, pero con un enfoque muy peculiar y que se sale de la norma de los libros tradicionales del género.
En cuanto a los libros de no ficción tengo una larga lista de libros pendiente y que voy leyendo por orden, excepto cuando sale alguno interesante que se me cruza y lo adelanto en la lista (cosa que es muy habitual).
La lista la voy retroalimentando de los podcast y blogs que escucho y en el caben multitud de temáticas, principalmente orientados a la empresa y al desarrollo personal.
De entre todos los que he leído este año te recomiendo “Padre rico, padre pobre" de Robert Kiyosaki, que llevaba mucho tiempo queriéndolo leer y por fin lo he entremetido en la lista.
Es un libro de educación financiera que te enseña el enfoque de cómo mueven el dinero los ricos frente a la forma de funcionar de los pobres. Es imprescindible.
Bueno, con esto dejo cerrado la analítica de libros del año pasado y me enfoco en los nuevos libros del año que viene, que hay algunos que les tengo muchas ganas y espero volver a la rutina habitual de lectura diaria que me gustaría que llegara a los 30 minutos/día.
Muchas gracias por leerme y un abrazo digital. |