El domingo pasado me encontré a la Muerte sentada en mi cama.
La noche antes había quedado con unos amigos a cenar. Nos tomamos una botellita de vino y después una copita con más “sabor”. Nada destacable. Me fui a casa temprano y me acosté un poco más tarde que un día normal.
Sobre las 4 el perro comenzó a ladrar porque escuchó un ruido.
Me levanté raudo para que no siguiera ladrando, me volví a la cama y ahí estaba.
Sentada a mi lado.
La personificación antropomórfica moldeada por el campo morfogenético circundante del fenómeno de la extinción de la vida.
La mismísima Muerte.
Con su guadaña, su túnica negra, su cara de esqueleto y dos fuegos azules en el fondo de las cuencas de los ojos mirándome de forma curiosa.
- Joder – Exclamé dando un brinco desde la cama - ¿Por qué estás aquí? ¿Ha llegado mi hora?
- NO – me dijo gesticulando con la mano –. VENGO A CASA DEL VECINO DE ENFRENTE – señalando la casa del otro lado de la calle.
- PERO ES QUE, MIENTRAS PASABA POR AQUÍ, TE HAS LEVANTADO MUY RÁPIDO Y TE HAS DADO UN GOLPE CON LA GUADAÑA -. Decía la Muerte señalando a su mítica herramienta laboral.
- Entonces, ¿no voy a morir hoy? – Le pregunté.
- IGUAL SÍ, PERO NO AHORA MISMO -. Me decía mirando distraído por la habitación.
- Vaya, y entonces ¿por qué te estoy viendo?
- REALMENTE ESTÁS CASI MURIÉNDOTE, PORQUE TE HA DADO UNA BAJADA DE TENSIÓN, Y ESTÁS DESMAYADO EN EL SUELO -. Me indicó con el dedo al cuerpo inconsciente que yacía en el suelo y que no me había dado cuenta de que estaba hasta ahora.
- PERO TRANQUILO – continuó la Muerte - TU MUJER ESTÁ AHÍ A TU LADO INTENTANDO DESPABILARTE.
Mi mujer se movía lentamente, como en una película a cámara lenta y sin sonido.
- TU VOLVERÁS EN CUANTO SE TE SUBA LA TENSIÓN - Indicaba con un gesto de la mano.
- YO VOY A APROVECHAR A DESCANSAR UN RATO, QUE LLEVO UN DÍA BASTANTE AJETREADO. – Y se acomodó la espalda en la pared cruzando las piernas.
- Y mientras esperamos, ¿no te vas a retrasar en “recoger” a mi vecino? – indiqué haciendo las comillas con las manos.
- NADIE ME VA A RECLAMAR QUE HAYA TENIDO UNOS SEGUNDOS MÁS DE VIDA. JAJA – resonó desde lo más profundo de la oscuridad de su boca.
Yo también sonreí, pues la situación no podía ser más surrealista.
- La verdad es que, ahora que te veo, no me imaginaba ver a la muerte así. Es decir. Que fueras con guadaña y la túnica, etc. Pensaba que sería todo más … abstracto.
- BUENO, LA GENTE ME VE TAL CUAL SE IMAGINA QUE SERÍA LA MUERTE, ASÍ QUE SEGURAMENTE EN TU MENTE, DE ALGUNA FORMA, ESTÁ ES LA IMAGEN QUE TIENES.
- Claro, ahora lo entiendo. Eso es lo que decía la Muerte de Terry Pratchett - Le comenté – Tu eres la Muerte de Mundodisco. Que siempre hablaba en mayúsculas.
- ME VES CON LA IMAGEN QUE TIENES EN LA CABEZA. ES NORMAL QUE TÚ ME VEAS ASÍ.
- ERA ESO O YODA EN FORMA ESPECTRAL – Indicando con la mano el volumen que ocuparía el pequeño maestro encima de mi cama.
Se hizo un silencio incómodo durante el tiempo en que yo pensaba en si todo esto tenía sentido o no.
- Y YA QUE ESTOY POR AQUÍ – continúo la Muerte – PARA APROVECHAR LA VISITA. ¿QUÉ COSAS TE GUSTARÍA HACER ANTES DE MORIR?
- ¿Te vas a poner en plan coaching? – Le dije. Muchas veces digo cosas sin pensar. – Ya me conozco ese ejercicio – continué -. Te hace que pienses en cosas que quieres hacer antes de morirte y después me dices que solo me queda un mes de vida y que tache las cosas que no me dará tiempo a hacer y después me dices que solo una semana, etc. Al final, salvo que tengas una patología, todo el mundo dice que estar con la familia – Argumentaba apoyándome en la pared con los brazos cruzados y mirada condescendiente.
- Y TÚ ¿NO PIENSAS QUE LA FAMILIA ES LO MÁS IMPORTANTE? – Me comentó mirándome con sus profundos ojos azules.
- Yo creo que en general todo el mundo, si sabes que te vas a morir mañana, elegirá estar con sus seres queridos. Ya sea la familia de sangre o la familia elegida.
- Pero, después, en tu día a día, no tiene por qué ser el motor de todo lo que haces – continué -. Si la familia fuera lo más importante para todo el mundo durante todo el tiempo la gente se quedaría siempre con la familia. Y creo que el mundo se mueve porque no todo el tiempo es lo más importante. Hay otras cosas.
- Y ¿QUÉ COSAS SON ESAS?
- Pues hay dos tipos de personas…
- VENGA YA – Interrumpió la Muerte -. QUE TAMBIÉN LEO TUS NEWSLETTERS. DIME QUÉ TE MUEVE A TI.
- Pues hay personas que quieren trascender. Que sienten que tienen algo que demostrar a los demás o a ellos mismos y cambian horas, que podían estar con la familia, para hacer otras cosas. Muchos incluso han abandonado su familia para descubrir un nuevo continente, por ejemplo, o incluso ir a una guerra.
- Y ¿TU ERES DE ESOS? – dijo la Muerte señalándome con un esquelético dedo.
- Bueno. Sí. No llego a tanto, pero sí creo que tengo un propósito que me lleva a querer dedicar tiempo a hacer otras cosas.
- ¿QUÉ COSAS? ¿QUÉ TE MOTIVA A LEVANTARTE TODOS LOS DÍAS?
- Pues a mí me gusta ayudar a las personas a organizarse mejor, a ser más productivos, a ser mejores profesionales y, en ese proceso, yo también aprender a hacerlo mejor. Me gustaría dejar un legado sobre una cultura de la organización en los estudios técnicos.
- Así que dedico muchas horas – continué -, que podría estar con la familia, a estudiar, leer, escribir, etc., y también a estar con gente que tiene mis mismos intereses.
- Si a una persona le gusta dedicar todo su tiempo libre a estar con la familia me parece perfecto. Pero a mí me aburre profundamente y tengo la sensación de estar perdiendo el tiempo. Yo tengo otras inquietudes.
- Y si quiero aprender a manejar un programa, quiero grabar un curso, o preparar una partida de rol solo puedo hacerlo quitando tiempo a la familia y de dormir.
- Me pasa a mí y le pasa a todo el mundo que tiene “side projects” o tiene que sacar un negocio adelante. No existe otro truco y no lo veo tan dramático – argumenté.
- Y TU FAMILIA ¿QUE LE PASA? ¿TIENE QUE SACRIFICARSE POR TI? ¿ES ESO JUSTO? – comentó señalando a mi mujer.
- Pues seguro que no. Pero mantengo un equilibrio inestable que fuerzo, dentro de lo que puedo, hasta el límite. Supongo que después de 25 años que llevamos juntos ya se ha acostumbrado y no espera de mí mucho más – indiqué encogiendo los hombros.
¡josé!
- Cuando mi hijo era más pequeño – continué - tenía que dedicar más tiempo a cuidarle, pero ahora tengo la posibilidad de hacer más cosas porque mi hijo es más independiente y mi mujer, …. Bueno, está acostumbrada a que no le haga mucho caso -. Comentaba mientras miraba a mi mujer que me estaba dando palmadas en la cara a cámara lenta. - Y me aprovecho de eso. De vez en cuando, hacemos cosas juntos y después vuelvo a mi cueva.
- Supongo que todo el mundo no podrá hacer lo mismo – concluí.
- ¿Y SI DESPUÉS NO LLEGAS A NADA? ¿HABRÁ MERECIDO LA PENA?
- Si al final no llego a hacer cumplir ninguna de mis metas por lo menos me gustaría pensar que lo he intentado con todas mis fuerzas.
¡¡José!!
- BUENO, ME TENGO QUE IR. PERO CUALQUIER DÍA VENDRÉ A POR TI – dijo levantándose y recolocando la túnica.
¡¡JOSÉ!!
- Si, pero mientras tanto estaré ocupado. – Argumenté.
- MEMENTO MORI – comentó a modo de despedida con la mano mientras atravesaba la pared camino de su próximo encuentro (mi vecino de enfrente).
¡¡¡JOSÉ!!!
- Valar Morghulis – le dije, asintiendo con la cabeza antes de irse y me pareció ver una sonrisa en su cara.
Me di la vuelta y me quedé mirando la escena de mi cuerpo desmayado y mi mujer gritando a cámara lenta.
De repente, la película comenzó a acelerar.
- ¡¡José!! – Gritaba mi mujer.
- ¿Qué pasa, que pasa? – Le respondí dándome cuenta de que estaba tirado en el suelo, con un sudor frío propio de una bajada de tensión.
- Te has desmayado – recalcó mi mujer mientras me ayudaba a levantarme.
Los momentos siguientes pertenecen a la intimidad propios de una situación tan inesperada y dramática como la vivida y que terminó volviendo de nuevo a la cama. Ese día me levanté tarde y estuve todo el día con la familia.
P.D: Mi vecino no murió esa noche. Murió días después. Pero por motivos literarios me he permitido ese artificio para dotar a la historia de mayor dramatismo y … humor negro.
P.D.2.: Para los que no conozcan a la Muerte de Terry Pratchett, (algo imperdonable) si quieren pasar un rato muy divertido es recomendable leer sus libros. Los de Terry me refiero. La serie se llama Mundodisco, pero especialmente en los que aparece la Muerte son los siguientes:
- Mort. https://amzn.to/3JD60w8
- El segador. https://amzn.to/3DI8Vjf
- Soul Music. https://amzn.to/3YkwtCM
- Papá Puerco. https://amzn.to/3JHrPLc
- Ladrón de tiempo. https://amzn.to/3jycX6U
Muchas gracias por leerme y un abrazo digital. |