arquitectura eficiente
#008. Almuerzo en la cima de un rascacielos

by José Luis de la Rocha

Siempre me ha gustado esta fotografía.

Como todos sabéis, se trata de una foto titulada “Lunch atop a Skyscraper” y muestra a 11 trabajadores comiendo tranquilamente sentados en una viga de la planta 69 del Rockefeller center, a 256 metros de altura sobre la ciudad de Nueva York.

La fotografía la realizó Charles Clyde Ebbets que fue conocido como el "fotógrafo de los rascacielos" porque fue contratado como director de fotografía del Rockefeller Center y publicó muchas de sus fotos en periódicos importantes de Estados Unidos.

Lo que me parece interesante de la foto, no es solo la falta de medidas de seguridad, sino el punto de vista que genera una perspectiva que falsea el entorno para que parezca que están colgados del vacío, cuando realmente tendrán, como mucho, un piso por debajo. No obstante, no le quita mérito que se suban a esa altura, aunque sea solo una planta, ya que el edificio tendrá unas plantas de altura considerable.

Esta foto apareció en suplemento dominical del New York Herald Tribune, el 2 de octubre de 1932, y no está exenta de polémica, porque ese día, había otros fotógrafos tomando fotos también por lo que más adelante se puso en duda la autoría.

Muchos años después quedó resuelta por la familia al presentar negativos de las fotos y otros documentos.

Además de Clyde Ebbets (abajo a la derecha), estaba William Leftwich (arriba a la derecha) y Thomas Kelley (izquierda), que posteriormente se hizo famoso por se convirtió en el fotógrafo de los famosos, entre los que destaca las fotos que hizo a Marilyn Monroe (vestida y desnuda).

Pero no quiero que te despistes.

Por centrar el tiro al tema que quiero comentar hoy nos debemos fijar en las fotos de los fotógrafos. 

Para ser un día normal parece que van muy elegantemente vestidos: corbatas, zapatos de charol, camisa, chaqueta…

La cuestión es que esto pasaba en los fotógrafos y en la mayoría de las profesiones, digamos normales. En bancos, juzgados o instituciones públicas era impensable que no vistieras con chaqueta y corbata.

Aquí vemos una foto de un estudio de arquitectura de 1940.

Si vemos la forma de vestir de los arquitectos de principio del siglo XX veremos las mismas pautas: traje y corbata o pajarita.

Pienso que había una especie de cierto “respeto” hacia el trabajo y se expresaba en la forma de vestir.

También creo que tiene mucho que ver las referencias sobre a quién se querían parecer.

Por eso cuando querías ir presentable para trabajar se "elevaba" el nivel estético de la ropa hacia lo que se consideraba en el momento lo más elegante.

Es decir, un obrero vestía con ropas más cómodas y para destacar te vestías con ropa más distinguida.

Ya a finales del siglo XX las prendas que se usaban para trabajadores, como los pantalones vaqueros que antes eran ropa de clase obrera, se extienden a la clase media y se convierte en la ropa informal y diaria.

De todas formas, de cara a ciertos niveles de representación, se sigue manteniendo el traje y corbata. Por ejemplo, de cara a presentarte en un juzgado o en alguna institución.

La tendencia de los siguientes años va cambiando hacia una homogeneización de las clases sociales y, por tanto, hacia una cultura de priorizar la comodidad a la estética.

Y los estudios de arquitectura son un reflejo de esa cultura.

A fin de cuenta los arquitectos hemos pasado de ser una figura respetada y perteneciente a una cierta élite laboral, a ser un trabajador más de la construcción, un autónomo más.

Y ahora mismo es raro ver corbatas en un estudio.

 

Se pasa de la corbata, pero para determinadas ocasiones mantenemos la chaqueta para dar un aire de distinción.

Las referencias cambian y se adaptan. La comodidad gana a la estética.

Pero muchas veces, estos cambios pasan más rápido de lo que nosotros podemos adaptarnos.

El otro día tuvimos una reunión con un alcalde de un pueblo sevillano de cierta relevancia.

Nos presentamos mi socio y yo, como lo hemos hecho siempre, con un pantalón (no vaquero), camisa blanca y chaqueta. Eramos los únicos de la sala vestidos así.

Los distintos concejales, técnico municipal y el alcalde, todos iban en vaqueros y camisa remangada.

Cuando salí de la reunión pensé en la foto del fotógrafo del Rockefeller Center.

Si en 1930 se vestía con chaqueta y corbata y, en el 2020 con vaqueros y camisa ¿Cuál será el próximo nivel?

Pues si seguimos la misma evolución en la que se valora más la comodidad que la elegancia y pensando en las referencias que tienen ahora nuestros hijos.

Por lo menos la que yo tengo de mi hijo de 13 años. Veo la tendencia superclara.

El próximo paso es el Chandal.

Porque ya mi hijo pone mala cara cuando ve unos vaqueros y prácticamente está todo el día en chandal.

Hasta yo mismo he caído en esa tendencia y dejo los vaqueros para salir o trabajar y en casa, para estar más cómodo, me pongo un chandal y, por supuesto, mi camiseta de Star Wars.

Por lo tanto, no es de extrañar que en poco tiempo tengas una reunión con un nuevo alcalde de un pueblo cercano y aparezca en chandal y sudadera y te salude haciéndote un gesto trap.

Recuerda que ya te lo avisé.

 

Muchas gracias por leerme y un abrazo digital.

Número de suscriptores: 36

Si conoces a alguien que le pueda interesar este contenido, envíale esta newsletter por correo y pídele que se suscriba.
Suscríbete
Cancelar la suscripción   |   Gestiona tu suscripción   |   Ver online
facebook  twitter  linkedin  youtube  instagram